Cuando tenemos sospechas de que alguien ha conseguido burlar la seguridad de nuestra cuenta de Gmail y acceder a nuestra bandeja de entrada, siempre tenemos la posibilidad de acceder a determinada información que nos dará una idea más clara y concreta de qué tan probable es que haya ocurrido, e incluso podría llegar a confirmar que alguien consiguió acceder a tu cuenta.
Por un lado, Gmail te enviará un correo electrónico cada vez que se inicie sesión desde un nuevo dispositivo, o bien desde una ubicación diferente a la que lo hacemos habitualmente, aunque claro, esto es difícil de conservar ya que si alguien consigue acceder evidentemente podría eliminar el correo y jamás nos enteraríamos.
Otra alternativa también es visualizar los correos enviados desde tu cuenta, hay ciertos bots que intentan robar cuentas para enviar emails desde correos verificados para generar spam hacia otros sitios sin verse afectados por los filtros que Gmail impone. De todas formas esto también puede ser eliminado y tampoco podríamos encontrar evidencia clara, pero si puedes hacerlo, es sin dudas una confirmación de que alguien te ha robado el acceso.
Cómo saber si te robaron la cuenta de forma eficaz
La forma más eficiente para saber si alguien ha conseguido entrar en tu cuenta de Gmail es hacer un análisis minucioso del registro de actividad que genera Google de cada cuenta de correo electrónico presente en su sistema.
Suena engorroso, pero no. Es extremadamente simple y no tienes que tener conocimientos técnicos de ningún tipo, Google te pone a la mano todo lo que necesitas, solamente debes leer la información y verificar que sea tu actividad. Nada más simple.
Primero que nada tienes que iniciar sesión en tu cuenta, luego debes dirigirte hacia la parte inferior de la pantalla, donde podras ver una opción que dice «Detalles» si presionas en ella verás una nueva ventana en la que aparecerá un listado completo con la actividad más reciente de tu cuenta.
En ese listado podrás ver información sumamente relevante, como navegador web utilizado, dirección IP desde donde se conecto, fecha y hora del inicio de sesión. Con todo eso ya podremos saber si fuimos nosotros o no, si es un navegador que ni siquiera usamos o conocemos, evidentemente indicaría una actividad sospechosa. También es una buena referencia la IP que suele indicar hasta el país de procedencia, generalmente los bots llegarán a conectarse desde los lugares más remotos del mundo. Y por último la fecha y hora es el dato más sencillo de reconocer, sobre todo porque nosotros mismos podemos saber a qué horas solemos conectarnos.
Si tienes dudas, puedes llevar un control estricto de la actividad que tienes utilizando una libreta, ir anotando desde que dispositivo y a que hora utilizas tu correo. También podrías utilizar algún sitio web o herramienta para comprobar tu dirección IP. Luego compararla con el registro de actividad y sacar tus conclusiones.
Me robaron el acceso a Gmail ¿Qué hago?
Lo primero que debes mantener es la calma, respira y piensa que si has podido ingresar a tu cuenta, es porque a pesar de haberte robado el acceso, las intenciones de la persona malintencionada son que no te percates de ello, por tanto, debes pensar que esa persona no sabe que le has descubierto.
Una vez más calmo, deberías procurar utilizar un ordenador o dispositivo móvil seguro, ya que podrías tener un PC o móvil infectado que permita el robo de tu información. En ese caso debes asegurarte de desinfectarlo convenientemente para garantizar tus próximos movimientos.
Luego que hayas podido conectarte desde un dispositivo seguro, lo siguiente será analizar las opciones de seguridad de tu cuenta, primeramente verifica que el móvil asociado es el tuyo, si no tienes un móvil asociado ¡¿Qué esperas?!, la verificación en dos pasos desalentará futuros intentos de robo, será más tedioso, pero dará una doble capa de seguridad muy importante hoy día. Eso sí, asegúrate de que tu móvil es seguro y que no está infectado. Nuevamente, si lo está esa persona podría saber qué código de seguridad te envía Google para iniciar sesión.
Posteriormente revisa que la dirección de correo electrónico alternativa sea la tuya. Recuerda que deberás chequear que esa misma cuenta también esté segura, y no haya sido robada también ANTES de proceder con los siguientes puntos.
Finalmente, cuando hayas verificado todo esto y tanto el email alternativo como el móvil asociado te pertenecen y SON SEGUROS, ahora podemos proceder a cambiar la contraseña.
Recuerda utilizar un password seguro, de al menos 9 caracteres que mezclen letras y números, así como alguna mayúscula, que NO contengan información de caracter público como números telefónicos, fechas de nacimiento, etc. Todos esos datos son fácilmente accesibles por ciberdelincuentes. Intenta generar tus propias palabras fáciles de recordar, sin sentido y con todo lo que hemos mencionado.